BIBLIOTECA, Gonçalo M. Tavares

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GONÇALO M. TAVARES, Biblioteca, Xordica, Zaragoza, 2007, 128 páginas.

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En la introducción el autor expresa un deseo: "Me gusta la idea de que alguien pueda leer algunos de estos fragmentos hoy, y otros de aquí a algunos años". 
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CELSO EMILIO FERREIRO

   El contraste entre la orina y el alfabeto utilizado por los poetas no es tan grande como hace algunos siglos. De este hecho no deben deducirse ecuaciones que vuelvan parecido el aroma de determinados versos y de determinados excrementos.
   La palabra perro no muerde, de la misma manera que la palabra verso no huele sólo a rosa o a lirio o a niños felices. Porque también en los versos existe la usura de altos intereses y la tortura en las partes bajas del cuerpo del hombre.
   Una vulgar cerilla, sacada del bolsillo de la camisa de un adolescente, puede, cuando prende, quemar una flor —un lirio, por ejemplo, desde el tallo— y este incendio, casi privado, puede incluso, a dos metros de distancia, ser un poema o sólo el discurso filosófico de un adolescente estúpido.
   Pero hay muchos problemas posibles para una única solución correcta.

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E. M. CIORAN
  
   Si el alma es una víscera no quiero pensar lo que será Dios.
   El hombre que quiere destruir tiene las manos pesadas. El hombre que quiere huir tiene los pies ligeros.
   El hombre que quiere luchar no tiene prisa. El hombre que quiere morir encontró el mundo correcto.

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J.D. SALINGER

   Un poeta fue visto limpiando los cristales de los coches por solo una moneda, en una ciudad que tenía dieciocho avisos, cuatro investigaciones criminales en curso, y siete libros rodeados por moscas, como si fuesen miel o algo parecido.
   El escritor con una prosa soportada, debajo, por tres caballos rápidos.

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KAVAFIS

   Los labios de un hombre besan mejor cuantos más versos sabe él de memoria. Y también en las mujeres se observa algo parecido.
   Un lugar común: un lugar donde todos cuelgan el sombrero (porque es la misma cabeza).
   No hay un párpado perfecto que cierre el cerebro, lo proteja de la luz excesiva; a no ser el amor.
   De los bares viene el sonido del alcohol, éste existe: es el ruido, el discurso emotivo, las broncas que rompen sillas.
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LEONARD COHEN

   Abandonó la música y entró en el décimo arte llamado tristeza. Pero hacía daño a la tristeza.
   Quiso aprender lenguas y otras tareas. Se volvió el carpintero que hacía discursos largos. Después cogió una silla, se sentó, y repitió alto: es un ejercicio sobre el movimiento de los otros. Cuando se confesaba daba órdenes al confesor.
   Sólo pierdes la capacidad de amenazar cuando te enamoras. Tu amado no tiene miedo de ti.
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MATSUO BASHO

   Excelentísimo sol, que humillas mi mechero.
   Excelentísima luna, que humillas mi sombra.
   Excelentísimo camino, largo camino, que humillas mi velocidad.
   Excelentísima agua, tranquilo y ancho río, que humilláis mi sed y mi suciedad.
   Excelentísimo pájaro, que humillas mis versos.

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